miércoles, 7 de abril de 2010

Teoría de la naranja

Hace años que la gente habla de una "media naranja" que tienen todas las personas. No adhiero a este dicho popular y tengo mis razones.
Piénsenlo de esta forma: hoy voy y conozco al amor de mi vida y mañana lo atropella un auto. ¿Qué pasa? Me quedé sin mi media naranja, esa que me hacía sentir tan bien y que se complementaba tanto conmigo. ¡Éramos el uno para el otro! Y ya está, las posibilidades que tenía de ser feliz se esfumaron. Me hago monja.
Por otro lado, si tuviéramos una media naranja no existiría el divorcio ni "Mujeres Asesinas". Sería todo color de rosas. Comeríamos perdices. Todos.
Es por esto que yo opino firmemente que cada persona cuenta con más o menos rodajas de naranja, pero todos pueden disponer de una jugosa, una dulce, una ácida, una seca, una podrida... Cada una tiene lo suyo; su magia. Y cada una es para determinadas etapas de nuestras vidas. Vos sos el que elige con cuál quedarte hoy, con cuál reemplazarla mañana: es tu decisión. También podés repetirlas. Nadie lo impone. Nadie dice "ésta es tu media naranja, cuidala porque nunca más vas a encontrar otra". Eso es lo bueno de mi teoría: todos somos rodajas de más de una persona.

2 comentarios: