miércoles, 24 de febrero de 2010

Las vecinas: un mal común

"¡Mateo!, ¡Mateo! Vení para acá bonito, sí, pero no me muerdas. ¡Con ese perro, no!" Mi divina vecina cada día a las ocho de la mañana saca a pasear a su perro. He llegado a pensar que la mujer está loca, sin embargo siento pena por ella. Debe estar tan sola, que trata a su mascota como si fuera un ser humano.
Al ver al perro me impresioné de lo prolijo que estaba. Parecía que venía de la peluquería. Lo triste es que la dueña es impresentable.
Sin embargo, tengo una vecina que no se queda atrás. Vive al otro lado de la medianera, hace muchos años ya. Digamos, tiene sus manías (¡y qué manías!). Una vez, un arbol que habíamos plantado creció tanto, que invadió parte de su patio. En represalia, esta adorable señora echó querosene a nuestro jardín en plena época navideña.
Denuncias y reclamos resultaron ser incentivos para esta mujer, cuyo hábito diario de ir al bingo y gastar su jubilación no llegaba a satisfacer sus ganas de salir al mundo.
El último episodio sucedió días atrás. Se inundó mi casa el día de mi cumpleaños ya que había rebalsado la cámara de inspección de la cloaca, compartida con ella ya que es parte de un ph. No entendíamos por qué había pasado semejante cosa, por lo que fuimos y hablamos con ella al respecto. Al parecer, ella no lava los platos y no se baña, porque se le inunda su casa. Pero, qué casualidad, cuando llamamos a Aysa para que observaran el conflicto, repentinamente se vació la cámara. Todo en perfectas condiciones.
Sigo creyendo, y creo que es indiscutible: a esa mujer le faltaba acción en su vida.

http://www.youtube.com/watch?v=KdAawBuU3bQ

domingo, 21 de febrero de 2010

Eso es un macho?

Navidad. Una noche mágica. Más allá de las discusiones familiares que muchas veces se potencian llegada la fecha, no deja de tener su encanto. Y mucho más cuando después de la cena hay fiesta. Y ni te cuento si en esa fiesta conoces a un tipo divino que te conquista con su sonrisa.
Y bueno, por algo lo digo. Creo que esa noche es memorable. Se me acercó un hombre atractivo, carismático, que fue lo que más me gustó de él. Aunque... podría decir que más que nada me gustó que no tuviera miedo de sus palabras. No le importaba decirme: "mirá el minón con el que estoy hablando". Al que le gustaba bien, y al que no, también. Eso es un macho.
Es raro que yo diga esto. No es mi estilo tradicional de hombre, pero siempre hay una excepción a la regla.
Cuando volví a mi casa no hacía más que pensar en él. Al día siguiente me agregó a Facebook y fue entonces que empezamos a hablar. Arreglamos para salir el sábado a almorzar. Me pasó a buscar por el trabajo en su auto y en el trayecto me dijo: "cuando entré a tu facebook pude ver nada más tus fotos de perfil, y... debo decir que estás muy perra en algunas." Me quedé dura. Nunca pensé que alguien se animaría a decir algo así tan directamente. Me encantó, la verdad.
Uno de mis tantos problemas es que en la primera salida no me animo a comer. Soy muy torpe y tengo miedo siempre de que se me caiga la comida, sobre todo siendo un cuarto de libra con queso. Pero por suerte él era más torpe que yo y eso me hizo sentir más segura de mí misma.
Nos volvimos a ver a la noche. Compartimos amigos y esa noche se dio una salida todos juntos. Otra cosa que me fascina de los hombres es que sepan bailar bien. Y él era uno de ellos. Un motivo más para estar soñando con volver a verlo. Y sucedió, tres días después. Me pasó a buscar por casa y fuimos al río. Salimos del auto y se largó a llover, por lo que volvimos adentro.
Luego de darnos un par de besos me dijo que se le pasaban muchas cosas por la cabeza. Yo le insistí hasta el cansancio para que me contara alguna de ellas. Y lo logré. "Es que quisiera estar en un lugar más cómodo."
Serás muy macho, muy futbolista, pero me hiciste acordar a la publicidad de Doritos, y retrocediste muchos casilleros.

http://www.youtube.com/watch?v=A-x3_97VM0s